Feliz Año Nuevo.
Deseamos para nuestros amigos y amigas que el
año 2013 que estamos iniciando les llene de felicidad y que sea pletórico en satisfacciones tanto en los aspectos
espirituales, como en los familiares y en los económicos.
Para el país deseamos que la clase política se
ponga los pantalones y de una vez por todas se de una lucha frontal contra la delincuencia,
el terrorismo y se nivele la cancha para todos los estratos socioeconómicos.
Para el mundo anhelamos que terminen las
innecesarias guerras, que se acaben las turbulencias económicas y que seamos
capaces de conformar sociedades con cabida para Dios y todos los seres humanos.
¿Evolución de la política?
por Axel Buchheister.
Grandes expectativas ha generado el lanzamiento
del nuevo referente de Felipe Kast, Evolución Política. Una irrupción que se
uniría a otros referentes, movidas y agrupaciones que han visto la luz en el
último tiempo, que estarían marcando un nuevo rumbo -inexorable según algunos-
de la política. Ahí están Claudio Orrego y Ximena Rincón, como antes Marco
Enríquez-Ominani y su partido PRO, el PRI, Red Liberal, etc. Los partidos
tradicionales están notificados -acaso desahuciados- frente a esta nueva
realidad política.
¿Será para tanto? Muy dudoso. En primer lugar,
se mezclan cosas: Orrego y Rincón son candidaturas internas de la Democracia
Cristiana que hablan de un intento de remozamiento de las prácticas y las
caras, pero dentro de la institucionalidad de un partido tradicional, y que
puede ser un augurio de que sus estructuras salen de su letargo y advierten la
necesidad de competir y diferenciarse, porque la política es así, no un eterno
y vago empate. Las precandidaturas de Allamand y Golborne en la centroderecha hablan
de lo mismo: nuevos enfoques y estilos para las ideas de siempre. Incluso, el
último parece haber caído en cuenta de que se necesita de un partido para tener
oportunidad, aunque pretenda que es independiente.
Los partidos más nuevos, como el PRI y el PRO,
como otros que les precedieron (Humanista, Centro-Centro), en realidad no han
logrado mucho. El caso del PRO es nítido: si ME-O decidiera retirarse de la
política, qué duda cabe que su partido desaparecería. El PRI ha pasado por
diversas manos y crisis, y ambos sirven de plataforma a quienes tienen
aspiraciones pero no espacio. También a aquellos que tienen su propio caudal de
votos, pero requieren, por motivos legales, de un chasis partidario. Los
resultados electorales que han obtenido no hacen verano, porque las elecciones Municipales
-sobre todo las de Concejales- son propicias para aventuras marginales, lo que
disminuye tratándose de las Parlamentarias y, desde luego, en las Presidenciales.
Mientras, los jóvenes revolucionarios, como Vallejo, Jackson y Ballesteros, aspiran
a un burgués puesto de Diputado, merced a los acuerdos que se consigan con la
Concertación.
Las tensiones políticas de los últimos años nos
llevan a concluir que no era efectivo que las nociones de izquierda y derecha
estaban superadas. Los grupos que protestan lo han hecho contra el modelo que
-simplificando- es de derecha. Quieren más Estado, gratuidad de todo y
proscripción en variados ámbitos de la iniciativa privada; eso es pedir una
agenda de izquierda. Las viejas vertientes reaparecen y con ellas se
fortalecerán las agrupaciones que las expresan, que son las que siempre han
estado en la cancha. La votación de las Municipales lo confirma, pues, más allá
de la abstención, la gente se inclinó masivamente por las estructuras
conocidas: Alianza y la Concertación.
Los nuevos actores que pretenden jugar un rol
en la política y sus referentes son valiosos y bienvenidos, porque introducen
desafíos y la competencia que estaba haciendo falta. Remecer estructuras
acostumbradas al statu quo siempre es positivo en cualquier actividad humana.
Pero de ahí a que sean portadores de la buena nueva, hay un cierto trecho.
Dos mil trece,
por Juan Andrés Fontaine.
Es tiempo de buenos deseos y propósitos. En lo
que sigue hago presentes los míos.
Mucho de lo que nos pasa en Chile depende del
resto del mundo. Por ejemplo, más allá de nuestros méritos, el que el 2012 haya
terminado siendo tanto mejor que lo esperado obedece en buena medida a que
-pese a las tribulaciones europeas- la economía mundial no recayó en la crisis.
Cabe esperar que en 2013 ocurra otro tanto.
Europa, agobiada por la bancarrota de su modelo
de Estado protector, no logrará levantar cabeza todavía, pero si su Banco
Central sigue actuando con pericia, el euro se salvará y la banca europea
sobrevivirá. Estados Unidos debe sortear el llamado "abismo Fiscal"
-el cese de los estímulos introducidos en 2009- antes de proseguir su
reactivación. Si no hay humo blanco esta noche -aunque sea una prórroga para fraguar
el acuerdo Parlamentario requerido-, la decepción puede ser grande. Cabe desear
que impere la sensatez y que la economía norteamericana reanude la marcha a
buen paso. Para nosotros, lo más determinante puede ser el curso que siga la
economía china, puntal del auge del cobre. Por ahora las noticias son
auspiciosas, porque ha contenido la inflación y está pisando el acelerador.
Enhorabuena.
La economía nacional concluye el 2012 creciendo
a buen ritmo, con casi pleno empleo e inflación de sólo 2%. No será fácil
repetir tan brillante desempeño en el año venidero. Se multiplican las
manifestaciones de agotamiento de la capacidad productiva ociosa y de estrechez
en la disponibilidad de mano de obra. Se corre el riesgo de que resurjan
presiones inflacionarias o de exacerbar la apreciación del peso, con el
consiguiente daño para la agricultura y la industria. El Gobierno debe tomar
cartas en el asunto: contener la expansión del gasto Fiscal para fortalecer el
ahorro y lograr los acuerdos políticos para aplicar con sentido de urgencia la
agenda pendiente de medidas pro inversión y pro competitividad. Ojalá tanto el
Ejecutivo como los partidos oficialistas y de oposición asuman con
responsabilidad el desafío.
El año entrante estará marcado por el
calendario electoral. Las elecciones son una buena oportunidad para auscultar
el verdadero sentir de la ciudadanía, tal vez diferente del que se expresa en
las bulliciosas protestas o en las temperamentales encuestas de opinión.
Enfrentados a la opción de seguir rumbo al desarrollo o de insistir en el
camino de la redistribución tantas veces intentado sin éxito acá y en el vecindario,
cabe esperar que el voto mayoritario se incline por el camino que llevamos.
Exige sacrificios, pero brinda ya frutos palpables. ¿Será mucho pedir para el
año nuevo?
Ser aburrido está de moda
por Andrés Benítez.
El comienzo de un año es siempre una esperanza
de cambio. Los que tuvieron un mal 2012, esperan que el 2013 sea mejor. A los
que le fue bien, igual aspiran alcanzar nuevas metas. Ahora, las posibilidades
de lograr una vida mejor dependen en parte del esfuerzo personal, pero también
de las oportunidades que ofrece la sociedad donde uno le tocó vivir. Porque si
bien la globalización significa que cada día es más fácil cambiarse de país, lo
cierto es que la mayor parte de las personas termina viviendo donde nació.
Teniendo esto presente, la revista The
Economist publica todos los años el ranking de los mejores países para nacer,
como una aproximación de la calidad de vida a la que las personas pueden
aspirar. En esto no es novedad que ser rico ayuda más que cualquier cosa. Por
ello, nacer en un país pobre no tiene mucha gracia. Pero eso no es todo.
También influyen otros indicadores, algunos clásicos, como la esperanza de
vida, la libertad política o la seguridad laboral. Otros son más subjetivos,
pero no menos importantes, como el clima, la cultura y lo que se denomina el
“índice de bostezo”, que es el grado por el cual un país podría ser, pese a
todas su virtudes, irremediablemente aburrido.
Tomando todas estas variables, The Economist
concluye que Suiza es hoy el mejor país para nacer. A juicio de la revista, se
trata de una nación muy sólida en el plano económico, pero que tiene una
calificación terrible en el índice cultural y de bostezo. Para graficarlo, cita
a Orson Welles, quien en la película “El tercer hombre”, dice que Italia tuvo
por 30 años guerra, terror y asesinato bajo los Borgias, pero que en esa época
produjo a Miguel Angel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. Suiza, por su
parte, tuvo 500 años de democracia y paz, logrando producir el reloj cucú.
Bueno, todo esto puede sonar despectivo, pero
lo cierto es que hoy la mayor parte de la gente prefiere la aburrida
estabilidad de los países como Suiza, que la incertidumbre de otras naciones
entretenidas como Italia y España, donde la fiesta sólo está provocando deuda,
frustración e incertidumbre para las generaciones actuales y futuras. Y es
precisamente esta aburrida estabilidad la que coloca a Chile en el privilegiado
lugar 23 de la lista de los mejores países para nacer. Al igual que Suiza,
nosotros no calificamos bien en el índice de bostezo, lo que no debiera
sorprender a nadie. En América Latina nadie nos supera en la solidez de la
economía, pero tampoco en aburrimiento. Y en tiempos de crisis, como los
actuales, esa combinación es un activo muy preciado.
Pero como nadie quiere ser aburrido, el riesgo
para países como Chile es intentar ahora volverse entretenidos. En nuestro
caso, el 2013 es peligroso, porque es un año de elecciones, donde la tentación
de provocar una fiesta es alta. Por ello, debiéramos aplaudir que este Gobierno
provoque bostezos; esto es, que sea eficiente y con poco cuento. Es lo que
necesitamos ahora.
Los candidatos, por su parte, deben cuidarse de
hacer promesas muy entretenidas, porque no corresponde. Y la gente tiene que entender
que hay que moderarse, que alertas como el supuesto “boom inmobiliario” son
malas señales. En definitiva, la fiesta tendrá que esperar. El consuelo es que
ser aburrido está de moda.
QE2 en 3D,
por Hernán Felipe Errázuriz.
La Monarquía parece anacrónica y hasta
irracional hace mucho tiempo. No es el caso de la Reina Isabel II, que, en mi
opinión, merecería el reconocimiento como personaje del año antes que muchos
otros nominados.
A sus 86 años, la hemos visto emitir su saludo
televisivo de Navidad en tercera dimensión, interesada en las tecnologías más
avanzadas. Semanas antes visitó las bóvedas del Banco de Inglaterra y asistió a
una sesión de Gabinete en Downing Street. Su silenciosa e imparcial presencia
reforzaba, ante el mundo y su pueblo, confianza en la institucionalidad, en la
creatividad y en la amagada estabilidad financiera británica.
A lo largo del año y con gran dedicación,
cumplió su jubileo de diamante, por sus 60 años de Reinado. No se trata sólo de
celebraciones por su longevidad: es más bien el desempeño de su obligación de
servir a la continuidad y unidad nacional, y a la custodia de la identidad y
valores de la comunidad británica de naciones. No tuvo problemas en impulsar y
respaldar las Olimpíadas en Londres y alentar a su equipo olímpico. Hasta
parodió con Daniel Craig, el nuevo James Bond, para realzar la inauguración de
los juegos. Ninguna de estas participaciones tiene precedentes en la Corona
británica.
Estas iniciativas se podrían considerar
acciones de marketing . Son mucho más que eso. La Reina ha rediseñado la
función de la soberana como Jefa de Estado para ganarse la de jefa de la nación
y de la Commonwealth, de una excepcional diversidad de religiones y etnias. En
los regímenes Parlamentarios la Jefatura de Estado es un cargo esencialmente
simbólico, salvo para convocar a la organización de nuevos Gobiernos. En
cambio, el liderazgo de una nación, en una Monarquía, se gana al captar la
lealtad, el respeto y el orgullo del pueblo por su desempeño. No todos los
Monarcas y Gobernantes alcanzan con éxito esa categoría. La Reina Isabel lo ha
logrado con una moderna aplicación de su rol Constitucional de aconsejar,
advertir y animar a su pueblo y a su Gobierno. Alguien agregaba que es difícil
encontrar a otro servidor en altos cargos públicos que no haya incurrido alguna
vez en una situación embarazosa. No es el caso de la veterana soberana, la más
anciana que haya servido a Gran Bretaña, a dos años de superar a la Reina
Victoria, que registra el máximo de permanencia en ese cargo.
No es justo comparar a la Reina Isabel con
otros Jefes de Estado y de Gobierno, porque ella es el nexo no electo entre un
determinado pueblo y un Estado con su propia identidad y trayectoria nacional,
incomparable con otros países. Sin embargo, su gestión es un ejemplo de
universal aplicación: hasta las instituciones más arcaicas pueden modernizarse
para contribuir a la cohesión social e impulsar el desarrollo de los países.
En estos días de balances y nominaciones sobre
quién es el personaje del año, los modelos a seguir y admirar por sus logros,
voto por la Reina Isabel II.
Un año Gangnam Style,
por Alfredo Jocelyn-Holt.
“Dígame entonces, ¿qué piensa de mí hasta
ahora, Mr. Evans?’ Le dije que pensaba que tenía estilo. ‘Estilo, a lo mejor,
pero dicen que no tengo clase. Afortunadamente, la gente con clase suele estar
dispuesta a pasar por alto esta pifia porque soy muy rico. La clase no se
compra, pero se puede comprar tolerancia mientras tanto para mitigar su
ausencia’” (Peter Evans, Ari. The Life & Times of Aristotle Socrates
Onassis, 1986).
Onassis, personaje como sacado de una novela de
Eric Ambler (autor de La máscara de Dimitrios), dio con esta filosofía de vida
cuando, recién llegado a Buenos Aires y en menos de cuatro años, antes de
alcanzar la mayoría de edad, “se hizo la América”, no de la mejor ni más
elegante de las maneras (aunque, dicha sea la verdad, por estos lados siempre
ha sido un poco así). Tiempo después afinó su “estilo”, se hizo de yates, de la
isla Skorpios, de la Callas, de Jacqueline Bouvier-Kennedy-Onassis, esta última
lo más estiloso, “streamline, Mad Men style” del mercadeo de la imagen de
aquella época.
Hoy, en cambio, en el mundo-fiesta-de-disfraces
a que se nos ha spam-invitado, cualquiera, instantáneamente si quiere, puede
“producirse”, hacerse de cierta “estética”, de cierto “perfil”, “new look”,
“social lifting”, o, hablemos en términos antropológicos (seamos “progres”), de
esa entelequia en que todo cabe, nadie entiende y siempre vende: de
“identidad”.
A
propósito de esta obsesión identitaria de ahora último, paradójicamente también
por los sin rostros, el año pasado el “Personaje del Año”, según la revista
Time, fue un manifestante encapuchado (“The Protester”). Bien pudo haber sido
“Anonymous”, vieja máscara inglesa de un conspirador incógnito, retomada por el
movimiento “Occupy Wall Street” y que también hiciera suya Julian Assange. Si
Time hubiese seguido en esa misma línea este año, cosa que no ocurrió, nunca
debió haber elegido a Obama y saltado a “PSY”, el showman surcoreano de
anteojos oscuros, Gangnam Style, a quien el mismo Obama, según propia
confesión, remeda a escondidas. Idem personaje que figurara en una fiesta de
fin de año ofrecida por Piñera a sus Ministros (exhibieron un video con la cara
del Presidente superpuesta al cuerpo contorsionado del cantante-bailarín, las
Ministros hicieron de coristas). Un espectáculo patético-surrealista. En una de
estas, no es que el mundo político globalizado haya hallado finalmente su
máscara, sino que los rostros de los Primeros Mandatarios se pueden estar
convirtiendo, a su vez, en máscaras de este titiritero asiático chabacano
pegajoso (con mil millones de reproducciones en YouTube). ¿Secreto álter ego de
quienes pretenden mandar nuestros países? Los japoneses, aterrados, no lo
pescaron.
Onassis también tenía la razón. No es cuestión
de estilo (estamos siendo inundados con
esto del “estilo”); es de clase, o, por lo visto, de falta absoluta de clase.
Eso que la plata, el poder, el lucro, ni los votos compran o sobornan (durante
este año, para un Chile escandalizado, esto, al menos, quedó claro). Eso que hasta el viejo Marx
sabía que “valía” (no plusvalía) de verdad. Esa conciencia de que se “es”
cuando se tiene historia y dignidad propia, no que se aspire a “ser” y ande uno
disfrazándose de cualquier cosa sin vergüenza.
Temas económicos: ¿Ha habido cambios profundos?
El país crecerá cerca de 5,5% en 2012, las
cuentas Fiscales están ordenadas y la inflación cerrará el año por debajo del
3%. Todos estos factores probablemente expliquen el reciente y muy positivo
anuncio de la agencia clasificadora de riesgo Standard and Poor's de mejorar la
calificación crediticia de nuestro país para obligaciones en moneda extranjera
desde A+ a AA-, y de obligaciones en moneda local desde AA a AA+. Éste es el
broche de oro para un 2012 que nos debe enorgullecer.
El buen desempeño de nuestra economía ha estado
influido por las excelentes condiciones internacionales de nuestros commodities
y de la responsabilidad y seriedad de nuestras Autoridades fiscales y
monetarias. A esto, además, es necesario agregar una mayor confianza del sector
privado, un gran motor en el impulso de cualquier economía. Con todo, las
proyecciones sugieren que Chile registrará el próximo año un incremento del
producto cercano al 4,7%, siendo la cuarta en rendimiento en América Latina,
por debajo de Paraguay, Perú y Panamá.
Pero, más allá de estos elementos, ¿ha habido
cambios profundos en nuestra economía que expliquen y permitan sostener este
crecimiento? El tema requiere un análisis técnico serio y desapasionado. La
reflexión debe nutrir además las políticas públicas de 2013 y los años
venideros. La justificada confianza en nuestra economía no debe dar paso a un
triunfalismo superfluo. Chile nunca ha estado más cerca del desarrollo, y no
podemos hipotecar lo avanzado.
En este contexto, es necesario recordar la
imperiosa necesidad de introducir reformas estructurales que impulsen y
sustenten nuestro crecimiento económico.
Futuro con
flancos abiertos.
Probablemente -y como es ampliamente
reconocido-, el sector energético es el que requiere mayor atención. La actual
situación -un creciente número de proyectos detenidos por incertidumbre- no es
sostenible. Es urgente asegurar el desarrollo de proyectos privados en este
sector; de otro modo, nuestro crecimiento estará en jaque.
El Estado también debe impulsar cambios en el
sector minero. Aquí es necesario incentivar los esfuerzos privados en
exploración y explotación. Esto requiere revisar y modernizar la legislación.
La situación del litio ha sido un ejemplo de los costos que significa para
Chile el no contar con una legislación adecuada. De nada sirve tener gran
riqueza en el subsuelo si ésta no es explotada.
Por su parte, los casos de Codelco y Enap
ilustran el atraso y la ineficiencia de las empresas del Estado, precisamente
en los sectores mencionados. Los avances en materia de Gobiernos corporativos,
si bien positivos, no han sido suficientes para asegurar la eficiencia de estas
empresas. La clase política debe entender que Chile no puede seguir
sacrificando ingresos a causa de ideologías agotadas. El Estado debe impulsar
la incorporación de capitales privados en estas y otras empresas. Esta reforma
brindaría enormes beneficios al país, que más que compensarían los costos
políticos de corto plazo.
La reforma laboral es otro tema que requiere
urgente atención. El diagnóstico es obvio: Chile no cuenta con una legislación
laboral a la altura de sus necesidades. Lamentablemente, el amplio consenso
académico y técnico en este ámbito no se ha plasmado en la agenda Legislativa,
y no hay certeza de que 2013 sea el año de la modernización del mercado
laboral.
Lo mismo ocurre con el sistema de capacitación.
La atención de proyectos tales como el de posnatal y el de salas cuna, y
cambios menores en el seguro de cesantía, han retrasado la discusión de los
temas de fondo. La precaria situación del empleo juvenil, las prácticas
discriminatorias en el mercado laboral y los insuficientes esfuerzos para
permitir la reinserción laboral de personas con antecedentes penales son
algunos temas que deben ser atendidos con apremio.
A esta lista es necesario, además, agregar el
impacto de la creciente ola de inmigrantes. De no haber avances en el mediano
plazo, muy pronto el hoy dinámico mercado laboral chileno no será motivo de
orgullo, sino de preocupación.
Nuestra institucionalidad en materia Fiscal
también debe ser revisada. La propuesta del comité asesor para el diseño de una
política Fiscal, Presidido por Vittorio Corbo, respecto de la adopción de un
Consejo Fiscal autónomo, con un mandato y tareas específicas determinadas por
una norma legal, sin delegación de Autoridad de la instancia política, cobra
vital importancia en el tumultuoso contexto mundial. Chile debe aprender de la
situación vivida en Europa y en Estados Unidos. Nuestro país no puede caer en
las tentaciones del populismo, y la creación del Consejo Fiscal representaría
un gran avance en la dirección correcta.
Sin duda, la situación económica actual es
positiva, pero el país requiere cambios que aseguren y perpetúen el éxito
reciente. La Agenda de Impulso Competitivo es un elemento destacable de esta Administración,
pero su avance en el Congreso ha sido lento. Y esto ilustra otro campo que debe
ser mejorado: la voluntad política es un insumo importante en el desarrollo de
reformas, y el país precisa mayor agilidad en la concreción de las buenas
ideas. Y si bien esto no requiere reformas estructurales, sí necesita visión
del Gobierno en cuanto a focalizar sus esfuerzos en los proyectos realmente
importantes.
Incertidumbre en reforma al sistema de salud.
Sin avance en la discusión Parlamentaria del
proyecto de Ley para modificar la tarificación de las isapres, el Ministro de
Salud llegó a señalar que la iniciativa no será aprobada en este Gobierno,
aunque ha corregido esas palabras y ahora anuncia nuevas iniciativas para
reimpulsar la reforma. Mientras tanto, el cuestionamiento a la Constitucionalidad
de la diferenciación de primas según características de los asegurados -fórmula
históricamente utilizada por las isapres para operar-, mantiene a estas
entidades enfrentadas a graves incertidumbres y sin incentivos adecuados para
invertir y desarrollarse.
Es universalmente aceptado que las isapres son
más eficientes y ofrecen atención de mayor calidad que el sistema público, como
consecuencia de que son entidades con fines de lucro operando en un mercado
competitivo, y por ende fuertemente incentivadas a mejorar su desempeño. Estas
entidades privadas, sin embargo, han ofrecido un seguro muy imperfecto, en la
medida que la edad, sexo o la condición de salud de los afiliados -elementos
que inciden en el costo de asegurar la salud de una persona- se reflejan en
primas diferenciadas y sujetas a ajustes percibidos como abusivos por los afiliados
afectados.
Ocurre que las isapres no podrían igualar las
primas entre afiliados sin inducir a afiliados perjudicados (porque quedan
cancelando primas altas en relación a su propio costo de salud) a irse al
Fonasa, mientras afiliados potenciales que se benefician de la tarifa plana
(los que tienen costos de salud elevados en relación a la prima igualada)
migrarían desde el Fonasa, encareciendo el sistema privado. Por eso, las
isapres se han desarrollado aplicando primas diferenciadas según el costo de
salud esperado de distintos afiliados y han terminado relativamente
concentradas en pacientes de mayores ingresos o con costos esperados de salud
bajos, dejando a Fonasa los riesgos de salud que conducirían a primas demasiado
onerosas. Sin embargo, tanto los dictámenes
Judiciales como la fallida propuesta del Ejecutivo, han ido en la
dirección de procurar tarifas más planas, que son inconsistentes con lo requerido por las
isapres mientras los asegurados puedan optar entre éstas y Fonasa.
La posibilidad de combinar eficiencia privada
con tarifa plana existe si los sistemas de seguros de salud se unifican en uno,
único y universal, que con cotizaciones previsionales y aportes Fiscales
financie la elección individual de seguro de salud entre opciones públicas y
privadas. En este seguro universal, una cámara de compensación de aportes a
diferentes aseguradores, según su cartera específica de afiliados, como
consideraba la propuesta del gobierno, permitiría permanente libertad de
elección y movilidad entre aseguradores a los afiliados. Múltiples
aseguradores, compitiendo en igualdad de condiciones para atraer a los
afiliados, permitirían gozar de la eficiencia privada en el aseguramiento de la
salud.
Sin reforma que unifique los sistemas, sin
embargo, la presión Judicial por aplanamiento de primas va a jibarizar la
industria de seguros privados de salud en Chile, y Fonasa será más relevante en
el financiamiento de la salud curativa en el país. El Fonasa va a requerir más
recursos que un sistema competitivo y la mayor calidad en la atención de salud
estará disponible para una elite más restringida.
Efectos del cierre de la Universidad del Mar.
Acogiendo la solicitud del Gobierno, el Consejo
Nacional de Educación (CNED) decidió el miércoles el cierre de la Universidad
del Mar, entidad cuyos directivos se han visto envueltos en una serie de
escandalosas irregularidades conocidas en los últimos meses. Todo indica que
-junto con la gravedad de los antecedentes analizados- jugó un rol importante
en la determinación la voluntad de emitir una señal política ante la
indignación que ha despertado el caso en la ciudadanía. Esta impresión se ve
reforzada por el hecho de que el Presidente del CNED señalara que con la medida
se busca ayudar “a restablecer la fe pública del sistema universitario”.
Las acusaciones contra los directivos de la
Universidad del Mar son muy serias y las eventuales sanciones a los que se
podrían ver sometidos deben ser resueltas por los Tribunales. El CNED
identificó además una serie de anomalías administrativas al interior de la
entidad que deben ser investigadas. Sin embargo, aunque se trata de problemas
graves, no es la primera vez que una universidad sufre inconvenientes que
pongan en duda su viabilidad. En el pasado, procesos similares fueron resueltos
por medio de la absorción de los planteles por parte de otros más solventes.
Ahora también hubiera sido posible darse un tiempo bajo una Autoridad
interventora para buscar una salida menos traumática, pero al parecer ha
primado la intención de generar un efecto. Sin duda que esto puede ser rentable
en el corto plazo, pero, asimismo, generar consecuencias indeseadas más
adelante, en especial si los reclamos de los afectados no son resueltos pronto
y satisfactoriamente.
La revocación del reconocimiento oficial de la
Personalidad Jurídica del plantel ha puesto en una delicada posición a los
cuatro mil funcionarios del mismo y a los 12.500 alumnos que quedaban en él,
quienes tienen escaso tiempo para buscar una alternativa antes de marzo.
Representantes de estos últimos han realizado protestas y han recibido la
solidaridad de federaciones estudiantiles, las cuales anuncian la realización
de manifestaciones. De esta forma, se configura una situación en extremo
riesgosa para el Gobierno. Este, en su afán de mostrarse estricto, puede
terminar provocando perjuicios mayores y asumiendo costos relevantes. La
consideración de éstos hacía recomendable evaluar la búsqueda de soluciones
menos extremas que la finalmente adoptada.
Resulta clave que a la hora de enfrentar los
escándalos que han sacudido en el último tiempo al sistema de educación
superior se evite tomar decisiones al calor del momento y, todo lo contrario,
se extraigan lecciones adecuadas de episodios ingratos que ofrecen la
oportunidad de realizar correcciones que vayan en beneficio de los alumnos y la
institucionalidad. En el caso de la Universidad del Mar y de otros que se
investigan, parece muy probable la comisión de irregularidades por parte de los
propietarios y directivos, pero también es claro que muchas de éstas no se
hubieran producido sin fallas evidentes de parte de los entes encargados de fiscalizar.
Esta realidad debe llevar a preguntarse si la vía escogida para la
fiscalización -la creación de regulaciones cada vez más astringentes- es la
adecuada, y si no sería preferible perfeccionar y robustecer los mecanismos de
información para que sean los postulantes y sus familias quienes decidan de
manera libre e ilustrada por qué institución optar.
Arica: proyectos que marcan tendencia.
La puesta en marcha de nuevos proyectos
productivos testimonia la voluntad del Gobierno por desarrollar Arica, Región
de la mayor importancia geoestratégica, pero postergada por décadas. Tras más
de un año de tramitación, ha sido aprobado el proyecto de nueva Ley sobre zonas
extremas que beneficia a Arica, Parinacota y a la Región Austral. Ella dispone
beneficios tributarios y para el empleo, la industria y el comercio más amplios
que la anterior, y en vez de renovarse anualmente, sus franquicias se proyectan
hasta 2025. Con los nuevos términos y la extensión del plazo de vigencia, se
termina con la incertidumbre y surgen condiciones para nuevas inversiones de
largo plazo.
Simultáneamente se han conocido avances en el
plan hídrico para Arica y Parinacota que contribuirán al aprovechamiento del
excepcional potencial agrícola de esa Región, capaz de producir hasta tres
cosechas en un año. Dicho plan proveerá infraestructura hidráulica y optimizará
los recursos hídricos. Entre las 15 obras de dicho programa, destacan la reparación
del canal Lauca, en la Comuna de Putre, que en un futuro próximo adicionará una
cantidad relevante de agua al valle de Azapa, que por falta de mantención de
ese canal filtraron por más de una década hacia el Altiplano. Ese mismo valle
se beneficiará del reciente acuerdo entre el Gobierno y sus regantes para la
construcción del entubamiento del canal Azapa, de 41 kilómetros, que
reemplazará a otro que ya cumplió su vida útil y permitirá aumentar en 20% las
aguas disponibles y mejorar su calidad y distribución. El entubamiento
favorecerá a más de mil regantes, con obras que se iniciarán a mediados del
próximo año y que agregarán 430 hectáreas de riego.
A estos trabajos se suma la reciente
adjudicación de terrenos en Pampa Concordia, a 10 kilómetros de Arica, de
alrededor de mil hectáreas desafectadas por el Estado para ser concesionados
por 25 años. La adjudicación de dos lotes está en vías de concretarse, generará
alrededor de 350 empleos desde el año próximo e incorporará pozos no utilizados
de dicha Pampa y nuevas obras bonificadas por la Comisión Nacional de Riego.
Pero el mayor desafío del plan hídrico de Arica es la construcción del embalse
Chironta. Su costo se estima en 70 millones de dólares, se encuentra diseñado y
pendiente de evaluación ambiental, y podría agregar alrededor de 800 hectáreas
de riego y mejorar las condiciones de otras 1.500. Sus obras tardarían cuatro
años y se espera comiencen el año próximo.
En fin -y como lo anhelan muchas ciudades Regionales,
pese a que no suelen ser bien vistos por ciertos sectores capitalinos-, Arica
contará en un futuro próximo con un gran mall , en 30 mil m {+2} licitados por
Bienes Nacionales a comienzos de diciembre.
A este cuadro esperanzador se añaden las cifras
de Sernatur, según las cuales el turismo en Arica creció 17% en los últimos dos
años. El conjunto de estas iniciativas marca un quiebre de tendencia en el
abandono de esa Región, que es indispensable que sea mantenido por los Gobiernos
venideros.
Desarrollo inmobiliario al norte de Santiago.
Los desarrolladores de grandes proyectos
inmobiliarios al norte de Santiago reclaman que sus proyectos no logran
concretarse porque no disponen de infraestructura vial y servicios de
transporte público como el Transantiago, y afirman que son discriminados
respecto de aquellos en el sur de la capital, que disponen incluso de una línea
de Metro. De allí -sostienen- que esa vasta zona que comprende Lampa, Chicureo
y Colina, entre otros, y que posee terrenos disponibles, no se desarrolle a la
velocidad debida.
En 2003, la Contraloría aprobó la expansión del
plan regulador de Santiago a 11 Comunas rurales, principalmente en la zona sur
y norponiente de la ciudad, considerando su acelerado crecimiento (1.200
hectáreas al año). Los empresarios del sector se comprometieron a ejecutar
Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (Zoduc), esto es, proyectos
inmobiliarios que incluyen los servicios asociados (colegios, Comisarías,
comercio, etcétera). A cambio, el Estado se comprometía a construir la
infraestructura vial y de transporte.
El Gobierno responde que está planeando un
Metrotrén a Batuco y que el Transantiago se extenderá al norte. También hay
planes para un acceso norte al aeropuerto y una autopista entre Quilicura y
Lampa, además de importantes mejoras en la Ruta 5 Norte. Falta aún mejorar la
conectividad entre la Ruta 5 y la Ruta de los Libertadores. La conexión actual
por Américo Vespucio Norte tiene sus accesos congestionados, y las demás
conexiones son calles locales de bajo estándar.
En abono de la posición del Gobierno, cabe
notar que la zona en cuestión tiene cuatro accesos importantes desde Santiago:
por Piedra Roja, por el Radial Nororiente, por la autopista concesionada Los
Libertadores a Los Andes y por la Ruta 5 Norte. Por otra parte, no es claro que
los Zoduc en la zona hayan cumplido las condiciones exigidas, tales como
mitigar el impacto sobre los barrios aledaños, incluyendo ampliar la vialidad,
instalar Comisarías (en esa extensa zona sólo hay una, además de una Tenencia y
un Retén, ninguno de ellos cerca de los Zoduc de Chicureo o Chamisero, por
ejemplo) y consultorios, desarrollar áreas con proyectos habitacionales para
familias de bajos ingresos y disponer de servicios apropiados para ellas, tales
como parques y comercio cercanos, y escuelas.
Según ciertas hipótesis políticas -difícilmente
comprobables-, estas deficiencias de los Zoduc se deberían a que a algunas
Autoridades Municipales les interesarían electoralmente más otros votantes que
los habitantes de los Zoduc o sus áreas aledañas. En todo caso, si el Gobierno
y los Zoduc cumplen los compromisos, esa zona crecerá rápidamente, como espacio
natural de expansión para una ciudad hoy innecesariamente limitada en sus zonas
urbanizables -lo que, como han advertido personeros del sector, incide en la
constante alza de los precios inmobiliarios-.
Nueva ofensiva boliviana.
El Gobierno boliviano anunció que iniciará una
nueva ofensiva internacional en contra de Chile, en un intento por sensibilizar
al resto de la región con su pretensión de lograr una salida soberana al mar a
través de territorio chileno. Según señaló el Vicepresidente de ese país, Chile
se presenta “como provocador, agresivo, que genera conflicto (...). Vamos a ir
país por país para mostrar que Chile es un mal vecino, que es un Gobierno
agresor”, insistiendo en que su mediterraneidad es producto de “una guerra y un
tratado injustos”.
Parece evidente que con esta estrategia de
permanente hostigamiento y victimización, La Paz persigue fabricar un caso que
le permita concretar su aspiración de recurrir a un Tribunal internacional,
similar al camino por el que optó Perú; de allí la importancia de que la
Cancillería chilena se mantenga en permanente vigilancia. Su pronta respuesta a
los destemplados dichos del Vicepresidente boliviano fue oportuna, al señalar
que el país no entrará en el terreno de las descalificaciones, resaltando que
la comunidad internacional reconoce a Chile como respetuoso de las normas y
principios del derecho internacional.
Hace ya un tiempo que el Gobierno de Bolivia
viene endureciendo el tono de sus reclamos hacia Chile. Se trata de una actitud
muy poco constructiva, pues este tipo de expresiones inamistosas, además de no
tener destino, profundizan la distancia y dificultan las posibilidades de
avanzar en una agenda de integración y cooperación. Por lo demás, parece
evidente que la Diplomacia del país vecino no ha tenido éxito en su afán de
lograr la solidaridad internacional a favor de su causa. En la cumbre de
Cochabamba que la OEA celebró en junio, el tema de la mediterraneidad fue
puesto en tabla por Bolivia, pero apenas logró congregar algunas
manifestaciones de apoyo, reiterándose por la asamblea que es un tema
estrictamente bilateral. Esta nueva ofensiva de La Paz parece condenada a
similar destino.
Correspondencia de interés:
Señor Director:
Tentación por la equidad.
Me refiero a la carta de don Carlos Williamson
B., respecto de mi artículo sobre la "tentación por la equidad". Las
observaciones allí expuestas tocan, por así decirlo, un aspecto medular del
derecho, particularmente en el momento que vivimos.
Desde luego, yo no coloco a la equidad
"como un principio de segundo nivel, distanciado de la Ley", según se
señala, sino como un elemento diferente de la Ley que sólo puede invocarse
cuando sus postulados son recogidos por quienes ejercen las potestades
públicas, transformando sus principios en "elemento normativos".
No puede confundirse, entonces, la equidad con
el mandato legal ni mucho menos postularse que aquélla (la equidad) está
llamada a corregir lo que ordena la Ley. La equidad natural es un sentido intuitivo
de Justicia no condicionado por el derecho objetivo, integrado por una multitud
de factores que gravitan en la conciencia de cada cual, en el desarrollo
ideológico y las definiciones políticas, y que se integra a la Ley en la medida
que es asumido por los Legisladores.
El sentido intuitivo de Justicia no es el mismo
en todos nosotros. Frente a cada caso, la óptica que proyecta la equidad
difiere, a veces, absolutamente. Es probable que ésta sea la razón de tanto
descontento al juzgarse las diversas situaciones en el ámbito colectivo y
personal.
Por lo mismo, la Justicia a que aspira el
derecho está fundada en el respeto irrestricto a sus normas, todas las cuales
conforman el marco en que es lícito actuar en la vida social. Si, a pretexto de
hacer prevalecer la equidad y la Justicia, vulneramos el derecho, la
organización de la sociedad quedará entregada a toda suerte de corrientes
anárquicas.
Nada hay más dañino y peligroso que atribuir a
la equidad y la Justicia la función de supervisar el contenido del derecho. Las
experiencias totalitarias del siglo XX dan testimonio dramático de ello. Tanto
más alarmante nos resulta invocar la equidad para alterar lo que señalan los Tratados
Internacionales, sirviéndose de recursos interpretativos que carecen de
consistencia, tanto en la letra de los acuerdos como en la práctica reiterada
de los mismos.
El contenido de la equidad y la Justicia, si
fuera posible fijarlo con rigor, estaría destinado a influir y determinar la
tarea del Legislador (en sentido amplio), no la de los Jueces ni de los
imperados, que sólo pueden escoger aquella opción cuando intervienen en la
lucha política por el control de las potestades públicas.
Pablo Rodríguez Grez.
Señor Director:
Dichos de Autoridad boliviana.
El Vicepresidente boliviano, entre otras
expresiones inamistosas en contra de nuestro país, ha declarado que Chile “está
desfasado de la historia, está preso de su mirada decimonónica, una mirada de
conflictividad, de guerra, chantaje, amenaza y abuso, que no da salida al mar a
un país que nació con mar y que le arrebataron en una guerra injusta”.
En primer lugar, Chile fue arrastrado a una
guerra declarada por Bolivia, de manera que para ese país no pudo ser injusta.
Al término de ese conflicto se firmó y ratificó a entera satisfacción de ambas
partes el Tratado de 1904, que fijó definitivamente los límites entre los dos
países. Este no fue injusto, ilegítimo ni arbitrario, como sostiene Bolivia.
Chile ha cumplido estrictamente las condiciones y exigencias impuestas por ese
tratado, dando toda clase de facilidades a esa nación para que, por los puertos
chilenos, realice exitosamente su comercio exterior, pero sin comprometer
nuestra soberanía. No es posible juzgar, revisar o modificar unilateralmente un
tratado que tiene 108 años de vigencia, por el nefasto precedente mundial que
esto significaría.
Ante la constante amenaza boliviana de llevar
este tema a organismos y Tribunales internacionales, habría que recordarle al Vicepresidente
que Bolivia ya intentó en 1920 recurrir a la Liga de las Naciones para tratar
de obtener lo que reiteradamente ha pretendido, pero su gestión fue rechazada
por la unanimidad de los Jueces de esa corporación.
Sus declaraciones son injustas hacia nuestro
país, Chile no es una nación agresora.
Pedro Romero Julio.
Señor Director:
Carta a Michelle Bachelet.
Respecto a la carta enviada por los familiares
de las víctimas del terremoto a la ex Presidente Michelle Bachelet, el envío de
la misma me parece absolutamente comprensible y legítimo.
La comparecencia física de la ex Mandatario, e
incluso un careo entre ella y su Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma,
para aclarar las graves contradicciones entre ambos respecto a quién ejercía el
mando esa noche, es lo mínimo que se merecen los familiares de quienes murieron
la madrugada del 27/F.
Como chileno y ciudadano, me parece lamentable
que la ex Presidente no entregue su visión política de lo acontecido esa noche.
Quienes sufrimos los embates de la naturaleza en aquella oportunidad sentimos
hoy una sensación de impunidad, puesto que ninguna Autoridad de su Gobierno ha
tenido un gesto de reconocimiento, de responsabilidad política y penal por las
decisiones que se tomaron ese día en dicha repartición pública.
Para los familiares de las víctimas es clave
saber la verdad y sentir que el dolor, de una u otra forma, se va superando.
Sin duda, parte de ese proceso también tiene que ver con que la ex Presidente
asuma públicamente sus responsabilidades, algo que lamentablemente se ha negado
a hacer, y que muchos pensamos es un deber político y moral que no puede seguir
eludiendo.
Frank Sauerbaum, Diputado RN.
Señor Director:
Con padre y madre.
Ante la ola de cuestionamientos que han surgido
desde la Concertación hacia el Gobierno por el anuncio de cierre de la
Universidad del Mar y las irregularidades detectadas en la CNA, cabe aclarar
una cosa, y es que el sistema de acreditación que hoy tanto se critica tiene un
padre y una madre: Ricardo Lagos, que envió en 2003 el proyecto que creaba la
institucionalidad, y Michelle Bachelet, que celebró la promulgación de la ley
en 2006.
Para que no queden dudas respecto de la satisfacción
de la ex Presidente al momento de estampar su firma en el texto, tal vez sea
necesario citar algunos pasajes de su discurso en aquella ocasión:
"Esta ley está en el camino de contar con
un sistema educativo más fuerte, más capaz y que pueda ser depositario de la
confianza de quienes se incorporan a él (...) Esta nueva ley nos permite
establecer de manera rigurosa y muy responsable las condiciones de
funcionamiento de los estamentos donde se va a educar nuestra juventud".
Juan Carlos Sotomayor F.