Imagen tomada de una página concertacionista, ciertamente modificada por nosotros.
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Fuera la Concertación……Se extiende una situación de molestia contra los políticos, a los que se les critica desde su absoluta falta de consecuencia, pasando por la escasa transparencia y llegando a las dudas sobre las capacidades de la mayoría de ellos.
Paralelamente esta insatisfacción motiva a muchos ciudadanos a abstenerse de participar en los procesos electorales, dejando las decisiones que a todos afectan en manos de otros, que no han demostrado especiales talentos en la selección.
Entre nuestra gente, por la frustración y el abandono, se han levantado voces llamando a anular el sufragio o a emitirlo en blanco, como una manera cierta de demostrar su molestia con una clase política que a muchos disgusta.
Creemos que esta posición es errónea. Básicamente porque asegura el triunfo concertacionista y condena al país a una quinta administración de esta nefasta coalición que tanto daño le ha hecho a nuestra Patria.
Estamos ciertos que votando por cualesquiera que no sea de la concertación elegiremos a gente más capacitada, con más ideas y ganas de sacarnos del aletargamiento en que nos encontramos, que ha detenido el crecimiento Nacional.
Nos da lo mismo que el reemplazante sea Piñera, Lavín o Longueira, por nombrar a los que más suenan, nadie puede hacerlo tan mal como quienes ocupan hoy la casa de La Moneda, con el agravante de que en el peor de los casos no son enemigos.
Hasta el momento, las divisiones, las diferencias fútiles y los afanes de protagonismo de algunos solo ha implicado que regalemos el país a los Socialistas y sus socios, que han sembrado el país de odiosidades e ineficiencia.
Creemos que es un deber de ciudadanos concientes luchar efectivamente para “sacar” del poder a una verdadera pandilla, que ha corrompido la administración, llenado de inquietud a la población y fomentado las injusticias.
La Patria está sometida a una virtual dictadura ejercida en nombre de la democracia, con los tres poderes del Estado en las mismas manos, que por demás han demostrado poco interés por los problemas del pueblo y nula capacidad para solucionarlos.
Es necesario que entendamos que el “desalojo” de esta gente sólo se producirá con un arduo trabajo, que implica convencer al resto de la población de la necesidad de cambio, el “campo de batalla, deben ser todas las organizaciones sociales.
Chile no sólo merece más, tiene las riquezas, la gente y las capacidades para lograrlo, solamente es necesario que llevemos a las situaciones de poder a gente con capacidad y conocimientos para llevar a cabo la tarea.
Chile requiere de Unidad Nacional para enfrentar problemas acuciantes como el desempleo, la delincuencia e inseguridad y la fuerza de todos para enfrentar una educación, salud y previsión que debieran avergonzarnos.
El Nunca más que se necesita debe ser de una aguda intolerancia contra la incapacidad y la corruptela, exigiendo, además, las sanciones merecidas por aquellos que han jugado con las necesidades del pueblo, farreándose de paso los recursos nacionales.
