Nadie pondrá en duda que la noticia del día ha sido el anuncio publicado en el diario GRANMA, órgano oficial del Partido Comunista Cubano, en el que Fidel Castro Ruz anunciaba que no “postulará ni aceptará los cargos de Presidente del Consejo de Estado ni el de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas”, con lo que se pondría fin a una dictadura personal de casi 50 años.
La forma en que se da la noticia puede hacer creer a muchos que en la decisión han pesado los intereses cubanos o que el veterano se hace a un lado en beneficio de su pueblo, sin embargo, la cruda realidad es que se margina porque su salud no le permite seguir ejerciendo la dictadura y como una manera de asegurarse que su hermano Raúl asuma todo el poder.
Sin duda alguna en la ínsula caribeña comenzarán a haber cambios significativos, pues la desaparición del tirano traerá aires frescos a Cuba y lo más probable es que aunque lentamente, comience a transitarse el camino que conduzca a ese pueblo mártir a un sistema democrático, ese mismo sistema que se le ofreció hace 49 años y le fue escamoteado a la ciudadanía.
Creemos que Raúl Castro Ruz, el heredero político del dictadorzuelo, tratará de congraciarse con el pueblo, pero la población debe tener claro que este ha sido el consolidador de la dictadura, desde su cargo en la Fuerzas Armadas, y el sostén ideológico de la opresora gestión de su hermano, pues, como es sabido era el más comunista del grupo revolucionario.
Nuestra particular visión es que Castro, Fidel, está en un estado de salud muy complicado, si es que realmente no ha muerto ya, y que todo éste tinglado comunicacional es consecuente con la manera en que los “rojos” siempre han robado la verdad a los pueblos. Pensamos que Raúl, que ya gobierna desde hace un año, no tiene ni las capacidades ni la fuerza para seguir sojuzgando a los cubanos.
Por eso, creemos que aunque pueda tardar un poco, para el pueblo isleño está por llegar la posibilidad de tener las libertades mínimas y ciertamente a poco de lograr que las autoridades sean electas en justas electorales verdaderas, competitivas, informadas y por sobre todo limpias. Sospechamos que la escasez de bienes de consumo terminará una vez sepultado el sistema comunista.
No nos alegramos de que Castro esté tan enfermo o que haya fallecido, de lo que si nos alegramos es de la posibilidad del pueblo de deshacerse del pesado y oprobioso yugo a que les ha mantenido subyugados una dictadura extremadamente sanguinaria y sumamente ineficiente en la solución de los problemas populares, cuyo único sustento en el poder ha sido el temor a que se ha tenido sometida a la ciudadanía.
LIBERTAD A CUBA
AHORA
Nota de la redacción: esperamos que no tengan razón los exiliados cubanos, que piensan que solo es un cambio de collar, pero que el perro de la tiranía es el mismo.