El discurso presidencial demostró dos cosas importantes, quienes lo escribieron son más inteligentes que los que lo hicieron en ediciones anteriores, lo otro sustancial que manifestó es que la Presidente es una gran "vendedora" de ilusiones aunque resulta una pésima realizadora de cosas concretas.

Su largo discurso se podría definir en una serie de declaraciones de principios, que ya nos tienen aburridos, pues son las mismas que hace desde la campaña "presidencial y el lanzar un "chorro de dinero para tapar todas las ineficiencias de su deficiente administración, todas con un olor electoralista muy hediondo.

Una demostración de la falta de realismo e interés por los sufrimientos de los chilenos es el paso, casi inadvertido por el tema del transantiago, que ya lleva 15 meses torturando a los santiaguinos, que ha costado un dineral y que al paso que va nunca se va a solucionar, por ejemplo faltan miles de paraderos.

Las descripciones de los progresos obtenidos, nos parecen patéticas, pues en caso alguno agradeció a quienes establecieron el sistema del que se lucen, y que prometieron cambiar, ni se escucharon tampoco ponderaciones al precio de nuestras materias primas que permiten derroches escandalosos.

Poco nos hablo la presidente de la "estafa" que ha implicado a los estudiantes desactivar sus reclamos con la promesa de comisiones en las que ni siquiera se tomo en cuenta sus planteamientos de cambio y se mantuvo, sin explicaciones, lo que más inquina causa en el estudiantado Secundario y Universitario.

La salud, fuera de la construcción de hospitales y consultorios, algunos mula como hemos sabido, en nada han redundado en mejoría de las atenciones, encontrándonos con patologías AUGE, con plazos determinados, que simplemente los pacientes deben esperar más de dos años para ser atendidos.

Ni una sola palabra de la Presidente sobre la inseguridad ciudadana, en la que mientras las policías realizan sus funciones de detener a los delincuentes, las otras instancias del Estado los liberan por la existencia de Leyes que privilegian los derechos del delincuente por sobre los de las victimas.

La Presidente hablo de derechos humanos, nosotros nos preguntamos sobre los de los 600 mil cesantes, sobre los de los enfermos que no tienen atención de salud, sobre los de las victimas amenazadas por los victimarios o por los de los militares perseguidos mañosamente por su administración.

Con relación a los pueblos originarios escuchamos una serie de propuestas en que se les reconoce derechos, pero parece que la gobernante se olvida que esta estableciendo una clase privilegiada, a la que el Estado, sea por presión terrorista o por conceptos antojadizos, entrega tierras que pertenecen chilenos dignos.

La Gobernante ha llamado, varias veces en su alocución a terminar con la violencia, parece que en el mundo de fantasía en que vive no alcanza a darse cuenta de que la violencia la pone ella con sus descalificaciones y sus ministros con una constante confrontación, desacreditando a todo el que piense distinto.

Estamos cansados de los discursos presidenciales en los que se establece todas las necesidades nacionales, en algunos casos explicadas magistralmente, pero, llegado el momento de llevarlas a la práctica nos salen con un modesto “ratón” que solo nos recuerda el parto de los montes.

De todos los discursos de Bachelet este ha sido sin duda el más político, no sabemos si porque ve que el segundo tiempo lo está perdiendo por goleada o porque ha recibido instrucciones de sus “patrones” de comenzar la campaña de intervención electoral destinada a lograr doblar la nariz de los deseos populares.

Entre las pocas cosas interesantes que anuncio la mandatario en la PSU gratis para los alumnos de escuelas públicas y subvencionadas, lo que vemos con una clara intención de desactivar las protestas educacionales, que son de bastante mayor profundidad que el anuncia de la gobernante.

La producción de etanol, bio-combustible, basado en los desechos forestales, lo que no afecta los alimentos del mundo, es una técnica que se conoce hace decenas de años y que no se había puesto en practica por lo barato del petróleo, creemos que una vez más han tardado demasiado.

El discurso presidencial cojeo en lo referente al 7% de salud de los jubilados, en las soluciones energéticas, en temas fundamentales de la agricultura, como la sequía o la baja del dólar, de la PYMES. Creemos que el "mensaje" fue solo más de lo mismo, que ha demostrado ser demasiado poco.

Si duda nos hubiera gustado escuchar que la Mandatario se compadeciera de los más humildes, y en vez de tirarles bonos de limosna, que sirven pero no solucionan, hubiese bajado el IVA que encarece de manera brutal los alimentos con que alimentamos a la familia y los remedios que requieren los más viejos aunque si duda nos alegró el aumento de pensiones y las pensiones a las dueñas de casa.

Creemos que lo único destacable, claro si es que se cumple porque ya estamos acostumbrados a los anuncios bombásticos que no se cumplen, nos parecen las becas en el extranjero y el reparto de computadores personales a los mejores alumnos y profesores.

En lo personal nos sentimos absolutamente decepcionados del discurso presidencial, muchas palabras, expresiones sentimentaloides, utilización de los problemas de los más humildes, majaderas repeticiones de eslóganes, pero al caldo que nos dieron, sin duda le faltaba mucha medula.

Entre las cosas que vale la pena destacar es que hubo que destinar caso dos mil policía para evitar que el pueblo se acercara a la Presidente popular, mucho menos aún si el populacho tenía intenciones de manifestarle alguna molestia, reclamo o petición a la mandatario.

Nuestra deducción, es que en dos horas de palabrería, la Presidente se perdió una oportunidad dorada para haber tocado los problemas reales que afectan a los chilenos y que tanto les amargan la vida. Srta. Michelle son problemas reales que afectan a gente de verdad.
Creemos que una vez más erró el camino la Mandatario, preocupándose demasiado de los temas políticos, que solo interesan a las camarillas partidarias, dejando en el aire situaciones que realmente mantienen agobiada a una ciudadanía que ya no haya cuero que estirar.

Ojalá entienda la Presidente que si es necesario aislarla con miles de policías no se debe a que la gente crea que lo está haciendo bien, al contrario es para evitarle esos bochornos que ya ha pasado donde la gente desesperada la increpa para que realmente soluciones sus problemas.



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