Problemas que no pudimos solucionar nos impidieron poner las fotografías que habíamos seleccionado para ilustrar esta edición.
Comentario de actualidad de Mario Montes Tagle.
La falta de políticas económicas serias y claras, que persigan algún fin productivo, han ido deteriorando de manera constante los emprendimientos y lo que es peor, comenzamos a ver el fantasma de la inflación, que afecta de manera brutal a las clases medias y a los más desprotegidos de la sociedad.
Las alzas de los valores de la canasta básica, que bordean, en los informes oficiales, el 10% en lo que va del año, ya ha provocado una caída del 2% en el volumen de ventas, lo que sin duda lleva a una desaceleración de la actividad, que no se ha notado por los altos precios de nuestros materias primas de exportación.
Los aumentos de los valores de los alimentos, en especial los lácteos y los productos agrícolas, las fuertes alzas de los productos farmacéuticos, en especial los remedios, los valores de la energía, el aumento de la UF, lentamente llevan al país a un inevitable proceso de ralentización, que nada bueno hace augurar.
Los valores del dólar, que han frenado gran cantidad de proyectos y mantienen a las pequeñas y medianas empresas, PYMES, en una situación desesperada, se suma a un sector exportador que se encuentra al borde del colapso, lo que sin duda llevará a un fuerte aumento del desempleo.
Aunque se anuncie que las remuneraciones han subido por sobre los aumentos del IPC la ciudadanía siente que las cifras no son concordantes con la realidad que estamos viviendo y ve con desesperación que sus salarios les alcanzan para comprar menos productos que hace tan solo unos meses.
En el “inconciente” colectivo comienzan a hacerse carne los temores de la pérdida del trabajo, de las rebajas de salarios, y comienza a funcionar con la lógica de la crisis que ya se nota a todo nivel, menos en las proyecciones que hacen nuestras autoridades, sean estas del Ejecutivo o del Banco Central.
La baja de venta de propiedades nuevas es un índice que no se puede dejar pasar sin analizar, pues es sabido que la construcción es el verdadero motor que mueve a casi toda la economía, además de absorber una gran cantidad de manos de obra.
La agricultura está complicada, las pequeñas y medianas empresas productivas están asfixiadas, el sector inmobiliario comienza a mostrar una gran debilidad, el sector exportador ve su futuro ennegrecido. La banca y la gran empresa son los únicos que funcionan tranquilos, pero lamentablemente, son los que menos trabajo proporcionan.
Aunque quisiéramos que a la administración de la Presidente Bachelet le fuera bien, pero, desgraciadamente pareciera que en su Gobierno no existe ni la claridad, del qué y como hacer, ni la voluntad de tomar las medidas necesarias para recuperar la fuerza del desarrollo que hemos ido perdiendo.
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Las alzas de los valores de la canasta básica, que bordean, en los informes oficiales, el 10% en lo que va del año, ya ha provocado una caída del 2% en el volumen de ventas, lo que sin duda lleva a una desaceleración de la actividad, que no se ha notado por los altos precios de nuestros materias primas de exportación.
Los aumentos de los valores de los alimentos, en especial los lácteos y los productos agrícolas, las fuertes alzas de los productos farmacéuticos, en especial los remedios, los valores de la energía, el aumento de la UF, lentamente llevan al país a un inevitable proceso de ralentización, que nada bueno hace augurar.
Los valores del dólar, que han frenado gran cantidad de proyectos y mantienen a las pequeñas y medianas empresas, PYMES, en una situación desesperada, se suma a un sector exportador que se encuentra al borde del colapso, lo que sin duda llevará a un fuerte aumento del desempleo.
Aunque se anuncie que las remuneraciones han subido por sobre los aumentos del IPC la ciudadanía siente que las cifras no son concordantes con la realidad que estamos viviendo y ve con desesperación que sus salarios les alcanzan para comprar menos productos que hace tan solo unos meses.
En el “inconciente” colectivo comienzan a hacerse carne los temores de la pérdida del trabajo, de las rebajas de salarios, y comienza a funcionar con la lógica de la crisis que ya se nota a todo nivel, menos en las proyecciones que hacen nuestras autoridades, sean estas del Ejecutivo o del Banco Central.
La baja de venta de propiedades nuevas es un índice que no se puede dejar pasar sin analizar, pues es sabido que la construcción es el verdadero motor que mueve a casi toda la economía, además de absorber una gran cantidad de manos de obra.
La agricultura está complicada, las pequeñas y medianas empresas productivas están asfixiadas, el sector inmobiliario comienza a mostrar una gran debilidad, el sector exportador ve su futuro ennegrecido. La banca y la gran empresa son los únicos que funcionan tranquilos, pero lamentablemente, son los que menos trabajo proporcionan.
Aunque quisiéramos que a la administración de la Presidente Bachelet le fuera bien, pero, desgraciadamente pareciera que en su Gobierno no existe ni la claridad, del qué y como hacer, ni la voluntad de tomar las medidas necesarias para recuperar la fuerza del desarrollo que hemos ido perdiendo.
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Como si el comentario de actualidad fuera poco malo, la Concertación ha transformado el país en un “Paraíso delincuencial” leyes con castigos leves, puerta giratoria en los Tribunales, defensa de los derechos del maleante por sobre los de las víctimas, han incentivado al crimen, pues resulta barato delinquir.
Las drogas se han apoderado del país, los asaltos se realizan con extrema violencia, la vida de los ciudadanos tiene escaso valor, los policías son utilizados como “blancos” de los maleantes, el pueblo vive “enrejado” mientras los malandrines se enseñorean en los lugares públicos, los lanzazos son el pan de cada día.
Si esta era la “alegría que nos ofrecieron que llegaría”, pensamos que la tiene muchos motivos de preocupación, lo que ciertamente se nota en el cambio de la expresión facial de los chilenos, a los que se nos ha congelado la sonrisa que nos caracterizaba.
La situación económica, el transantiago, los permanentes escándalos con dineros públicos, la escasa seguridad, la falta de trabajo, la calidad de la educación, la mala atención de salud son algunos antecedentes a tener en cuenta en las próximas elecciones. Al momento de votar hágalo contra los que gobiernan, nadie puede hacerlo tan mal.
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El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar.
José Ortega y Gasset.
José Ortega y Gasset.
En el Cementerio General fue sepultado el Cabo 2° Luís Enrique Moyano Farías, mártir número 1,014 de Carabineros de Chile.. Póstumamente este ejemplar servidor público fue ascendido al grado de Suboficial.
Sin duda la muerte de este ejemplar y valiente policía enluta al país, a su familia y a la institución.
Aprovechamos esta oportunidad para hacer llegar nuestros respetos y sentimientos a su viuda, Sra. Paola Riberos Reygada y a sus cuatro pequeños hijos, Luz María Alejandra de 14 años, Savka de 9, Felipe Andrés de 7 y Dylan Patricio de 6.
