PrecauciónLas ciencias veterinarias, que coinciden con las observaciones de los hípicos, han demostrado que los “caballos cojos” no sirven para correr, así, como las ciencias políticas han comprobado que los “patos cojos” no sirven para gobernar.
La reflexión se nos viene a la mente al analizar las declaraciones del binomio Lavín-Longueira y la campaña de halagos provenientes de la concertación, lo que nos lleva a pensar que prefieren enfrentar al candidato más débil.
Claro, no puede ser de otra manera, un gobierno fracasado e inmovilizado, con la clara sintomatología del síndrome del “pato cojo” trata de influir al adversario para que intente cabalgar en un “caballo cojo”.
La señorita Bachelet y sus equipos “asesores” andan buscando a quien culpar por su ruinoso Gobierno y qué mejor que aquellos que han demostrado extrema funcionalidad con el poder y que salvaron, hace poco, al corrupto Gobierno de Lagos.
Suerte a tenido la Gobernante, su incapacidad ha sido disimulada por los altos precios del cobre, y ahora, como adalides de la estupidez, ambos lideres de la Alianza aparecen dispuestos a cargar sobre la oposición su torpeza.
La oposición tiene gente muy capacitada para que la represente, como la Senadora Evelyn Matthei, la Alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, algunos de los “Larraínes”, Andrés Allamand o el mismísimo Piñera, entre otros.
No podemos caer en la trampa oficialista que “infla”, a quien mientras tuvo alguna posibilidad cierta de ganarles “pateaban” como “bombo en fiesta” , para evitar que aparezca algún postulante competitivo.
Pensamos que la Alianza tiene las mejores ideas y la mejor gente, por lo que ahora solo falta la voluntad de ganar. Demostrando porqué somos opositores, porque tenemos visiones distintas del mundo y de la solución de la problemática nacional.
